La Reconexión es el nombre dado al proceso sagrado de reconectar armoniosamente una persona con su plenitud original como persona, con su espíritu, con el Universo y más.

El Facilitador de esta alineación axiatonal única en la vida, conecta el cuerpo multidimensional del cliente con las líneas planetarias que se extienden hacia los misterios del universo. La Reconexión se realiza en presencia física para honrar el cuerpo del Cliente. Se activan puntos y líneas específicos en una persona, volviéndolos a conectar a los circuitos de la Tierra y por consecuencia, del Universo y a los circuitos más pequeños de las células. Es la activación acelerada de una persona hacia su plenitud divina en el punto actual de su camino de vida. La esencia o espíritu de una persona es perfecta y, mediante una Reconexión, estamos perfeccionando la forma en que la persona tiene su existencia. Quizás “sintonía trascendente” podría ser un término para describir este proceso.

Eric Pearl recibió su alineación axiatonal de una persona que describe como “la mujer gitana de Venice Beach”. Ella había facilitado su Reconexión tocando su cuerpo en patrones de líneas y puntos. Poco después, lo que comenzó a fluir a través de Eric tuvo el resultado de curaciones milagrosas para otros, a distancia, sin contacto. También activó una nueva sensibilidad en Eric que le permitió comprender instintivamente el espacio de curación alrededor del cuerpo de una persona y obtener una nueva visión del proceso de curación en sí. Usando esta nueva habilidad, volvió a desarrollar la alineación axiatonal y la llamó “La Reconexión”.

 Las líneas y puntos axiatónales que descubrió complementan las antiguas líneas y puntos de meridianos de acupuntura tradicionales de hace 12,000 años. Este sistema de rejilla del cuerpo permite el flujo de luz, energía e información, la reconexión de hebras de ADN y la reintegración de cadenas (planos simultáneos de existencia). A través de su disposición a compartir el don de su descubrimiento de la Sanación Reconectiva, Eric es reconocido internacionalmente por su trabajo. Ayuda a traer una nueva comprensión de la curación a muchas personas en todo el mundo.

Cada uno de nuestros cuerpos contiene en su propio conjunto de líneas y puntos energéticos. Originalmente, las líneas meridianas (a veces llamadas líneas de acupuntura) en nuestros cuerpos estaban conectadas a las líneas de cuadrícula que rodean el planeta y que se cruzan en lugares reconocidos como Machu Picchu y Sedona ,también Glastonbury, 

Hawai, La Gran Pirámide, el Monte Shasta etc. Estas líneas se proyectaban y nos conectaban a una cuadrícula mucho más grande que nos unía al Universo entero.

En un momento dado, como especie, nos desconectamos de estas líneas y perdimos la plenitud de nuestra conexión inherente con el Universo, alejándonos de nuestro ritmo de evolución anteriormente rápido y expansivo. Aunque sólo son restos de lo que alguna vez fueron, estas líneas y puntos continúan sirviendo como nuestra interfaz con el Universo: Un canal que facilita nuestra comunicación de energía, luz e información entre grandes y pequeños, macrocosmos y microcosmos, el Universo y la Humanidad.

Para La Reconexión, desde 1993, hay un valor único en todo el mundo: 333.  Para que La Reconexión sea efectiva ha de hacerse por medio de la “vibración 333” porque el número 333 (3+3+3=9) es lanzar al Universo una petición de maestría. El número 9 es la vibración del Maestro. Pedid y se os dará. Uno pide al Cosmos y recibe lo que está reservado para esa persona porque es infinitamente sabio y sabe lo que necesitamos en el momento. El Reconector es sólo el canal para que el Universo actué a través de uno mismo”.